Kuspit es una casa de bolsa 100% online que revoluciona el mundo de la inversión financiera en México al ofrecer al usuario una plataforma de aprendizaje, combinada con una red social de inversores y la posibilidad de ver las estrategias de inversión, los niveles de rendimiento y riesgo del resto de “viajeros Kuspit” para fortalecer la toma de decisiones.

En una casa de bolsa de tradicional, la decisión del inversionista pasa por alguno de los siguientes caminos:

1. Seguir el consejo directo de un promotor de la casa de bolsa.

2. Hacer caso a un amigo “que sabe de esto”.

3. Investigar por cuenta propia.

En el primer caso, el promotor solo dedica unos pocos minutos al mes a su cliente, y la mayor parte de las veces es para “empujar” un instrumento concreto que forma parte de sus objetivos comerciales. En el segundo caso, bueno, depende del “amigo”. Si es un profesional de la inversión en bolsa, a menos que sea tu hermano o hermana, no será de los que dan muchos consejos gratis. Y si es alguien que sí da muchos consejos “gratis”, ejem, creo que ya lo he dicho todo. La tercera opción es la que más me gusta, porque en este mundo no hay nada fácil. Pero, ¿sabes cuánta información hay ahí afuera, y cuánto tiempo te lleva analizar una sola empresa desde el punto de vista financiero? ¡Es un trabajo de tiempo completo!

Y luego está Kuspit, una empresa mexicana que viene revolucionar, o más bien a democratizar, el mundo de la bolsa.

Cuando las 10 agencias de viajes que había en tu colonia cerraron sus puertas fue porque a alguien se le ocurrió que Internet podía ser un lugar excelente para buscar y comprar viajes de vacaciones, sin tener que pagar una comisión a un agente que se pasaba el día manejando un programa de reservaciones en chino, y que solo le arrojaba media docena de opciones (como mucho, porque las agencias solo vendían catálogos limitados). En aquel momento, las páginas web de reservaciones de boletos de avión y habitaciones de hotel aprendieron que el mejor asesor de viajes era el propio viajero.

Esto es lo que hace Kuspit. Para empezar, te dan 1 millón de pesos virtuales y un “portafolio de pruebas” con el que puedes realizar cualquier operación de compra de instrumentos de inversión listados en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Además, Kuspit te ofrece nueve módulos de aprendizaje con videos, sencillos y divertidos, para conocer las características de cada uno de esos instrumentos. De hecho, no puedes comprar algo tan sencillo como un CETE hasta que superas el módulo de aprendizaje correspondiente. Una exigencia que hará que ya no digas más “es que yo no sé”.

Después, al igual que en esas páginas de viajes, no estás solo. Puedes ver los portafolios de todos los demás usuarios de Kuspit (la empresa también los llama “viajeros”, por algo será), qué rentabilidad tienen y qué nivel de riesgo, y así emular sus éxitos o inspirarte en ellos para diseñar tu portafolio. Y no hay que hacer ningún cálculo ni ser economista. Todos los portafolios viven en un “Mapa de Inversión” en el que puedes revisar de un vistazo qué portafolios son más rentables y riesgoso que otros. Tan fácil que le saca los colores a los complicados, y feos, portales de inversión actuales.

La acción combinada del portafolio de pruebas y la experiencia que te brinda la comunidad hace que cuando decides dar el paso y abrir un contrato para invertir dinero real, todo esté a tu favor para que la experiencia sea provechosa (¡Y excitante!).

Si a esto le añadimos que abrir una cuenta en Kuspit es totalmente gratis (los portales “retadores” que andan por ahí te cobran 2,000 pesos solo para jugar con ellos, y los tradicionales te pedirán 100,000 pesos para hacerte caso), el caso está cerrado (“rest my case”).

Y por si alguno sigue desconfiando de “estas cosas de Internet” (tú no, que me lees, pero probablemente tu papá sí lo haga), aquí va un video del Dr. Luis Téllez, presidente y director general de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), en el que expone que la llegada de las casas de bolsa en línea es un gran paso adelante en el mundo de la inversión en México.