La competencia se reduce a la diferencia entre el precio y los costos
En los negocios, la economía de la competencia se reduce a la diferencia entre el precio y los costos, pues cuanto más cerca estén el uno y el otro, mayor es la competencia.
Es decir, el vender un producto casi al precio que a ti te cuesta adquirirlo o producirlo te hará mucho más competitivo.
No obstante, la mayoría de las empresas prefieren mantener un margen más amplio entre lo que les costó el producto a ellos y el precio de venta, con el fin de aumentar sus ganancias, por lo que tratan de encontrar diferentes formas para limitar la competencia.
En un mercado sano, esto ocurre mediante la introducción de mejores productos y servicios, y no mediante la reducción de los precios.
Si el mercado es perfectamente competitivo, todas las empresas cobrarán el mismo precio por un producto similar, y basta establecer el precio de un producto por encima del promedio, y los clientes seguramente se irán a otra parte.
De igual forma, en este mismo tipo de mercado, si estableces un precio por debajo del promedio, te será difícil permanecer en el negocio, pues tu margen de ganancias será muy bajo.
En el mundo de los negocios y la competencia de las ventas, existen estrategias que puedes aplicar en tus precios:
Si planeas arriesgarte y tener un margen considerable entre el coste de producción de tu producto (lo que a ti te cuesta) y el precio al cliente, es decir, vender un producto un poco más caro para obtener más ganancia, recuerda que lo primero que se preguntarán los clientes es: ¿por qué?
La estrategia que tienes que aplicar aquí, es justificar el precio de tu producto o servicio con la calidad del mismo, así que enaltece sus propiedades y beneficios para que los clientes vean que tu producto realmente vale lo que cuesta.